Tras su desintegración, les fueron concebidos 30 días de libre circulación en México, pero ahora esta caravana de inmigrantes piden asilo en los Estados Unidos
Una caravana de inmigrantes provenientes de varias naciones partió desde Tapachula rumbo a los Estados Unidos, llegando hasta la frontera para solicitar asilo. Allí, el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, les concedió un período de 30 días para que circulen con libertad dentro del país. Sin embargo, transcurrido ese tiempo, deben regresar por donde vinieron y su situación migratoria volvería a ser incierta.
Aún se discute si la caravana contaba originalmente con 7.000 o 14.000 inmigrantes, todos partiendo desde Tapachula a los Estados Unidos. Pero sucedió que una vez en México, el permiso de López Obrador generó que se fueran fraccionando en grupos de 50, 100 o 200 personas.
¿Qué sucedió con la caravana?
Tras una semana de la desintegración de la caravana de inmigrantes, nos preguntamos por el destino de sus integrantes. ¿Llegaron a los Estados Unidos? ¿Podrán procesar sus pedidos de asilo?
Son miles de personas que aún buscan solicitar asilo, y si bien se encuentran dispersas, hay grandes probabilidades de que ahora mismo se encuentren nuevamente rumbo al país del norte para lograr su cometido. Aunque probablemente de forma separada.
“En México solo consiguieron una forma migratoria que les permite transitar legalmente por espacio de 30 días. Están utilizando este documento para movilizarse y avanzar hasta donde lleguen porque no les queda otra. Huyeron para salvar sus vidas y eso es lo que hacen, huir de México porque aquí no les dieron lo que buscaban”, dijo a la prensa el activista Luis García Villagrán, director de la Organización por la Dignificación Humana.
Las presiones del gobierno mexicano
La imperante necesidad de estos grupos por llegar a la frontera y solicitar asilo está estrechamente relacionada con que los 30 días concebidos por el gobierno de López Obrador no sirven para conseguir trabajo en México. Significa tan solo un documento, un pase, para permitir a estas caravanas de inmigrantes que se vayan del país en donde no los quieren y hagan sus solicitudes en los Estados Unidos.
Lejos de ser una solución para la comunidad, este permiso migratorio termina por disolver estas caravanas que deben dispersarse en las carreteras rumbo a la frontera, exponiéndose a todo tipo de peligros por no querer que se queden en México.
¿Qué viene tras el fin de los 30 días?
Casi la mayoría de los integrantes de esta caravana cuenta hoy con solo 3 semanas restantes antes de que se termine su pase libre de 30 días en el país. Dentro de este plazo, deberán buscar la forma de regularizar su situación migratoria en alguna de las 32 entidades federativas del Instituto Nacional de Inmigración (INM) y las 17 de la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados (COMAR).
Es muy poco el tiempo concedido por el gobierno, y si sobrepasan la estadía permitida serán arrestados por el gobierno y expulsados nuevamente a Tapachula desde donde probablemente intentarán salir en otra caravana. Es por ello que la mayoría se encuentra camino a la frontera y piden asilo estadounidense.
El Título 42 y sus trabas a la inmigración
Mientras esta caravana de inmigrantes van hacia el sur para solicitar asilo en los Estados Unidos, el gobierno les dice a quienes emigran que no vengan. El aún vigente Título 42 que permite la expulsión inmediata por la pandemia, sumado al Título 8 de la Ley de Inmigración y el Programa Permanecer en México (MPP), hacen que el camino del inmigrante sea todavía arduo y complicado.
Esta caravana se está entregando a las autoridades estadounidenses para que sus casos sean evaluados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y ver si de alguna forma podrán obtener justicia y refugio.
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