El centro de detención de inmigración en Georgia fue denunciado por abusos médicos contra mujeres y el de Massachusetts por uso excesivo de la fuerza.
Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Nacional, anunció en un comunicado oficial emitido el día jueves que cerrará un centro de detención de inmigración ubicado en el condado de Irwin, Georgia y otro en North Dartmouth, Massachusetts. La medida fue tomada como consecuencia de las numerosas acusaciones de trato abusivo y despiadado que recibían los migrantes en esas instalaciones.
Tanto el centro de detención de inmigración de Georgia como el de Massachusetts dependen del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Sin embargo, como el 80% de las instituciones similares en los Estados Unidos, se encuentran bajo administración privada de compañías con fines de lucro como LaSalle Corrections.
En el caso del centro de detención de inmigración de Georgia, la decisión de cerrarlo responde a las acusaciones realizadas desde hace varios meses por decenas de mujeres que denunciaron ser sometidas a prácticas ginecológicas innecesarias, violentas y no informadas. El principal acusado es el médico ginecólogo Dr. Mahendra Amin quien se encuentra bajo investigación judicial a pesar de haber negado la incriminación.
Por otra parte, la medida tomada frente al centro de detención ICE en Massachusetts se produce cuatro meses después de que el fiscal general responsable descubriera que la oficina del alguacil a cargo había utilizado fuerza excesiva contra los detenidos. Según confirmaron fuentes oficiales, el uso de granadas flash, lanzadores de bolas de pimienta y perros resultó en la hospitalización de varios de los detenidos.
La decisión de cerrar ambos centros forma parte del compromiso que la administración Biden asumió en campaña y que refiere a asegurar que todos los inmigrantes en los Estados Unidos sean tratados de forma digna y respetuosa. Organismos de derechos humanos y demás organizaciones civiles de defensa de la comunidad migrante celebraron la medida aunque resaltaron que aún queda mucho por hacer.
Tenemos la obligación de realizar mejoras definitivas en nuestro sistema de detención civil de inmigrantes. No toleraremos el maltrato de personas detenidas y tampoco que no tengan las condiciones necesarias en cuanto a salud y seguridad, declaró Mayorkas
Violencia, tratos inhumanos y operaciones forzadas: la situación que vivían las mujeres en el centro de detención de inmigración en Georgia
Desgraciadamente, el historial de conflictos por abuso de autoridad y prácticas inhumanas en el centro de detención de inmigración en Georgia es largo. Sin embargo, la causa definitiva que desencadenó su cierre fue la denuncia de decenas de mujeres que fueron sometidas involuntariamente a prácticas médicas sumamente abusivas. Las mismas consistían en prácticas quirúrgicas forzadas y no informadas que resultaban en una esterilización involuntaria mediante la extracción del útero, los ovarios y las trompas de Falopio. Muchas mujeres aún no saben qué se les hizo exactamente y la mayoría de ellas afirma estar en peores condiciones que antes.
Además, muchas de las denunciantes fueron deportadas como consecuencia de realizar denuncias públicas al ginecólogo y brindar su testimonio ante investigadores federales respecto a su experiencia en el centro de detención de inmigración. Los organismos de derechos humanos afirman que es necesario que todas las damnificadas, ya sea por la cirugía o por la cirugía y la deportación, reciban las reparaciones correspondientes.
Nancy Pelosi, representante demócrata en el Congreso, fue una de las primeras funcionarias en apoyar las denuncias de las mujeres. A finales del año pasado había expresado por Twitter que, en caso de ser cierto, la situación significaba un grave abuso contra los derechos humanos.
Organizaciones civiles recibieron positivamente la medida pero sostuvieron que es necesario que se replique en otras instalaciones
Project South, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) y otras organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos celebraron la medida y declararon que era una deuda pendiente. En este sentido, la asesora principal de defensa y políticas de la ACLU, Naureen Shah, afirmó que el centro de detención de inmigración de Georgia era conocido desde hacía tiempo por sus condiciones deshumanizadoras.
Shah señaló que esta medida y otras tomadas por la administración Biden, como la habilitación de ingreso a 7,750 migrantes vulnerables por mes, evidencian la voluntad de romper decisivamente con un sistema migratorio restrictivo y abusivo. Sin embargo, señaló que aún queda mucho por hacer debido a que otros centros de detención de condiciones similares aún continúan funcionando.
Más del 80% de ellos están en manos de compañías privadas, como LaSalle Corrections, que lucran administrando este tipo de instituciones y no tienen en consideración la salud ni la seguridad de las personas alojadas allí. El caso del centro de detención de inmigración de Massachusetts y el de Georgia son solo dos ejemplos entre muchísimos otros.
Como abogados especializados en temáticas migratorias, celebramos esta medida y sostenemos nuestra esperanza de que pronto mejoren las condiciones en el resto de los centros de detención para que todos los migrantes sean tratados con dignidad y respeto.
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