Greg Abbott, el gobernador de Texas, amenazó con impugnar una ley que asegura el derecho a la educación a niños inmigrantes indocumentados, ¿llevará a cabo sus planes?
Recientes declaraciones del gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, en una radio de San Antonio, generaron polémicas y discusiones en el país. El funcionario dijo estar interesado en “resucitar” una vieja ley que fue eliminada en los años 80, y que impide el acceso a la educación pública y gratuita de los niños inmigrantes que están en los Estados Unidos sin papeles que regulen su estatus.
En sus dichos anti inmigrantes, que tienen larga data, Abbott justificó sus anuncios diciendo que esto está relacionado con el alto presupuesto que conlleva mantener la educación de inmigrantes indocumentados. Acusa de inconstitucional esta regla que desde hace 40 años asegura la educación a miles de inmigrantes indocumentados, y dice que es insostenible para el gobierno local hacerse cargo de financiar la educación de todos ellos.
Esto escandalizó a miles de activistas y educadores que abogan por los derechos de los inmigrantes en el país, y provocó miedos y dudas en la comunidad inmigrante. Pero, ¿es posible llevar a cabo tal plan? ¿Tiene el gobernador este poder?
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El polémico caso Plyler vs. Doe
En 1982, Texas fue el escenario de un importante fallo judicial, que terminó por asegurar que el gobierno local garantice a todos y todas las personas el acceso a la educación, sin importar su estatus migratorio. De esta manera, se anuló una ley de Texas que quería negarle a cualquier inmigrante indocumentado la inscripción a las escuelas, dado que la Corte Suprema sostuvo que violaba la Cláusula de Igual Protección de la Constitución.
Los dichos de Greg Abbott
A seis meses de las elecciones que podrían volver a ponerlo al mando de Texas, el actual gobernador republicano dijo en una radio conservadora al público estadounidense que los costos en educación dirigida a los niños inmigrantes sin papeles son una carga para los distritos locales.
Tras siete años de mandato, a nadie sorprenden declaraciones de este tipo en boca de Greg Abbott, quien se ha ensañado con dificultar y agregar más trabas en el complicado camino de ser un inmigrante en los Estados Unidos. Entre sus medidas anti inmigrantes, el gobernador ha destinado millones a reforzar la seguridad fronteriza con un programa llamado Operación Lone Star, ha autorizado a las patrullas en la frontera a hacer preguntas de rutina sobre la situación migratoria del interrogado, además, recientemente quiso enviar a inmigrantes indocumentados en buses a Washington, entre otras muchas medidas que preocuparon a la comunidad migrante y activistas por los derechos de los inmigrantes.
“Creo que resucitaremos ese caso y cuestionaremos este problema nuevamente, porque los gastos son extraordinarios y los tiempos son diferentes a cuando se emitió Plyler v. Doe hace muchos años”, dijo el representante.
¿Qué pasará ahora?
Aunque anuncios como estos preocupan y alarman a la comunidad que apoya a los inmigrantes, aún no todo está perdido. Lo que dijo Abbott en la radio todavía permanece en el terreno de las promesas incumplidas dirigidas al sector más conservador de Texas, y afortunadamente, no hay planes en marcha para efectivamente efectuar la idea.
Cuando fue consultado al respecto, el representante republicano no pudo especificar ni dar detalles claros sobre lo que había cambiado en los últimos 40 años que podría hacer que la Corte Suprema se replantee anular el fallo de 1982 que garantiza la educación a los niños inmigrantes. Por estos motivos, si bien son escandalizantes, no debemos desesperar ni temer que realmente se les niegue a los inmigrantes indocumentados la educación.
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