Biden aún no revierte la deportación rápida
En medio de un máximo de 21 años en arrestos de migrantes y preocupaciones sobre la rápida propagación de la variante Delta del coronavirus, la administración de Biden está implementando con más fuerza la deportación rápida y los enjuiciamientos de los migrantes que cruzan la frontera México Estados Unidos ilegalmente.
Las autoridades estadounidenses continúan trasladando a migrantes centroamericanos al interior de México utilizando una orden de salud pública de la era Trump, conocida como Título 42, que se extendió indefinidamente la semana pasada. Los niños migrantes no acompañados son el único grupo que la administración Biden ha eximido categóricamente de las expulsiones fronterizas del Título 42.
Los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) declararon que la deportación acelerada está destinada a frenar los cruces fronterizos repetidos y desalentar la migración en un momento difícil como el que se vive actualmente.
Los migrantes en la frontera de Estados Unidos también son expulsados en vuelos de “remoción acelerada”
La administración Biden también ha reiniciado los vuelos de remoción acelerada para algunas familias migrantes que no pueden ser expulsadas a México bajo el Título 42. Desde fines de julio, Estados Unidos ha realizado seis vuelos de remoción acelerada a Centroamérica, deportando a 242 padres e hijos migrantes bajo el procedimiento, dijeron funcionarios del DHS.
Los adultos migrantes que intenten cruzar la frontera sur nuevamente después de ser deportados podrían ser remitidos a un proceso penal bajo otra iniciativa diseñada para reducir la alta tasa de reincidencia entre los que cruzan la frontera, particularmente los hombres mexicanos, dijo el viernes Manuel Padilla, funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Lo que queremos desalentar es la migración irregular, sentenció Padilla.
¿Contradicción entre la deportación rápida y el plan de Biden para crear un sistema migratorio más humano?
Los esfuerzos de aplicación de la deportación rápida marcan un capítulo nuevo y más estricto en la política fronteriza de la administración Biden, que anteriormente se había enfocado en expandir la capacidad de asilo, poner fin a las restricciones de la era Trump y proteger a los niños no acompañados. El objetivo general, ha dicho la administración, es establecer un sistema migratorio humano y ordenado.
Siempre seremos una nación de fronteras y haremos cumplir nuestras leyes de inmigración de una manera que sea justa y equitativa, dijo la Casa Blanca en el plan de Reforma Migratoria publicado el mes pasado.
Pero un aumento en las detenciones fronterizas, el hacinamiento dentro de las instalaciones de la Patrulla Fronteriza que operan con una capacidad limitada y las crecientes preocupaciones sobre el aumento de las infecciones por coronavirus han llevado a la administración a modificar su enfoque y emplear medidas que históricamente se han utilizado para disuadir la migración.
Doris Meissner, ex comisionada del ahora desaparecido Servicio de Naturalización de Inmigración, manifestó que los niveles de migración actuales están frustrando los objetivos de política de inmigración a largo plazo de la administración Biden.
En julio, los agentes estadounidenses realizaron 210.000 detenciones de migrantes en la frontera de Estados Unidos con México, un total mensual no visto desde 2000 según cifras preliminares. Aproximadamente 80.000 padres e hijos que viajaban en familia y 19.000 menores no acompañados, un récord histórico, se encontraban entre los detenidos en la frontera de Estados Unidos el mes pasado.
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